Montamos el Belén. Cultura y tradición.
Belén de la Capilla del Círculo Católico de Obreros de Burgos
Imágenes tomadas de Pinterest y Wikipedia
http://elartecomoarte.blogspot.com/2015/12/representacion-de-la-natividad.html
Fundación cajacírculo / Fundación Circulo Católico de Burgos
Origen de la representación del Nacimiento de Jesús.
San Francisco de Asís. Fresco de Cimabue en la Basílica de Asís.
Al parecer, en 1219, época histórica de las “Cruzadas” para reconquistar la "Tierra Santa" a los musulmanes San Francisco de Asís realizó un largo viaje para tratar de llegar a un acuerdo de paz con el sultán Malik al-Kamil y así asegurarse que los fieles cristianos pudieran visitar la gruta de Belén. San Francisco se reunión con el sultán, pero no se finalizó la guerra. Tras esto, San Francisco volvió a Asís.
San Francisco, entonces, sintió la revelación de que “cualquier tierra podía ser Belén” si el pueblo sentía en su corazón el deseo de venerar ese momento y recrearlo.
San Francisco, que se encontraba en Greccio (Italia), acordó con el señor del lugar. Juan de Greccio, realizar la celebración en lo alto de una loma de la propiedad de este, entre árboles y junto a las cuevas. Se sirvió de dos animales y entre ellos puso el pesebre vacío. Además San Francisco quiso representar con realidad las condiciones en que el Hijo De Dios nació: en una fría noche y en una cueva, por ello la Celebración Eucarística tuvo lugar en una cueva cercana a la ermita de la localidad.
Así, en la Nochebuena de 1223, San Francisco de Asís durante la misa de esa noche decidió representar la escena del Nacimiento, basándose en las tradiciones cristianas y en las lecturas de Isaías, así como en los evangelios apócrifos.
<<Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo. Israel no conoce, mi pueblo no discierne>> (Is. 1,3)
Esta representación y la lectura de los pasajes Evangélicos del Nacimiento de Cristo sobre este humilde pesebre produjeron gran impacto entre los lugareños y en especial sobre el "señor del lugar", el cual aseguraba haber visto sobre el pesebre un niño precioso al cual Francisco de Asís recogió en sus brazos, haciéndolo dormir. Esta escena, más bien treatralizada que escultórica, hizo generar la tradición de instalar en las Iglesias representaciones escultóricas del Nacimiento de Jesús.
Aunque ésta no fue la primera representación de este tipo, es considerada como una fiesta importante y única en el ámbito religioso.
Institución del belén en Greccio. La leyenda de San Francisco. Giotto
Antecedentes al Belén de Greccio
Antes de la representación en Greccio se han producido otras representaciones del Misterio del Nacimiento de Cristo.
Los cristianos primitivos ya decoraban las catacumbas (romanas) con esta escena. También se encuentra en los relieves de algunos sarcófagos.
Con esto, los primitivos cristianos pretendían dejar constancia de las profecías sobre la venida del Salvador.
Una de las representaciones más antiguas es la de la capilla griega de la catacumba de Priscila. Se trata de la escena de la Adoración de los Magos , en la que aparece la Virgen con el Niño Jesús en su regazo. Esta representación está fechada en el siglo III.
Adoración de los Magos, Catacumba de Priscila (s.III)
Asimismo, en iglesias y lugares de culto cristiano anteriores a 1223, también se encuentran estas representaciones.
A mediados del siglo V se empezan a representar iconografías más amplias de este Misterio. Así podemos verlo en los mosaicos del arco triunfal de la basílica de Santa María Maggiore de Roma. Estos se realizaban para conmemorar la afirmación del dogma de la maternidad divina de María (Theotokos) en el concilio de Éfeso (año 431).
En estas primeras representaciones, se mostraba a la Virgen de manera hierática, sentada frontalmente con Jesús en brazos. En algunas ocasiones las imágenes de la Virgen y Jesús se acompañaban por otras figuras: el buey, la mula, pastores o los Reyes Magos.
Ábside Sta. María Tahull (ca. 1123)
Fragmento frontal altar de Avià (s. XII)
Durante la Edad Media el arte bizantino (siglo VI) va plasmándose en estas representaciones. Así, la Virgen se empieza a representar acostada, como referencia al parto, y junto a ella, en el pesebre, el Niño Jesús. Se representan también, el buey, la mula, los pastores y los Reyes Magos. Sin embargo, San José es representado en actitud pensativa en un segundo plano y aislado, incluso con una figura de menor tamaño. Se comienzan a representar los ángeles, exaltando así la divinidad de Jesús.
No será hasta el siglo XIV cuando empiece a modificarse la escena de la natividad, basándose en el relato que describía la visión de Santa Brígida de Suecia. De esta forma la escena del nacimiento se transformará en la adoración a Jesús. La Virgen se representará de rodillas ante Jesús, el cual se encuentra desnudo sobre un montón de paja sobre el suelo o bien en el manto de la Virgen. Los acompaña San José, en actitud orante. También se encuentran en la escena el buey y la mula.
Esta nueva iconografía, que procede de Italia, se extendió en el arte europeo hasta el siglo XVI.
El Nacimiento tras San Francisco de Asís
La escena de la adoración de los pastores se convierte en un tema independiente en el Ciclo de la Natividad, pero con el Renacimiento vuelven al "nacimiento" los ángeles y los pastores.
El Concilio de Trento (1545-1563) fija los dogmas de la Iglesia Católica y se establecen también las bases iconográficas de las representaciones. En cuanto a la Natividad, se prohiben las figuras de las parteras, así como el buey y la mula. También ése prohibe el baño de Cristo. Todo esto se consideraba innoble, apócrifo y teológicamente erróneo, debido a que el nacimiento de Cristo era considerado una situación pura y sobrenatural.
El siglo XVII devuelve al "belén" un aire más humanizado, por lo que la Virgen vuelve a aparecer acostada.
Natividad, (s. XV) Fray Angelico
Tras esto, la representación del Nacimiento de Jesús se va amoldando a los requisitos artísticos tendentes, pero manteniendo la estructura e iconografía.
Expansión de la representación del "belén".
El montaje de los belenes durante la Navidad se estableció como tradición en la península itálica en el siglo XIV. Desde ahí pasó al resto de Europa.
Inicialmente esta tradición solo se materializaba como una práctica eclesiástica, la cual traspasó a la nobleza y la aristocracia, lo cual, al igual que en otras muchas artes y costumbres, fue copiada por el pueblo llano.
Belén Solidario de la Fundación cajacírculo. Año 2020
Los frailes franciscanos fueron los principales encargados de esta expansión. La regla franciscana se basa en la estricta pobreza, humildad, sencillez y cercanía al pueblo, como contraposición a otras órdenes religiosas más cercanas a la aristocracia y el poder civil. Ante esta forma de vida franciscana y su homóloga predicación, se sirvieron de la humilde condición del Nacimiento de Jesús y su representación para la predicación a las gentes. Es por esto que la representación del belén se considera un invento de estos frailes, y extendido también por las ordenes franciscanas que de ellos derivan como son los capuchinos y las clarisas (presentes en nuestra ciudad de Burgos).
Natividad del altar mayor de la capilla del Condestable de la Catedral de Burgos entre los años 1522 y 1526 por Diego de Siloé (1495-1563).
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Convento de Santa Clara, Burgos.
Si bien el origen de las representaciones de la Natividad mediante figuras, es decir, el belén, hemos de buscarlo en Nápoles donde los denominan <<presepe>> (pesebre), existen referencias que nos llevan al siglo XI. Sin duda, la mayoría de los historiadores indican en que San Cayetano (1480-1547) fue quien "montó" un belén por primera vez dentro de una casa particular, ya que, hasta ese momento, los belenes eran montados en las iglesias.
Adoración de los Magos, último tercio del siglo XIII.
Claustro alto de la catedral de Burgos.
Adoración de los Magos, finales del siglo XII.
Basílica de San Vicente (Ávila).
La tradición en España.
Del mismo modo por el que se extendió por Europa desde Italia, sucedió en España.
Además de las predicaciones franciscanas y su uso del nacimiento en ellas, la tradición de montar el belén en España se acrecienta, concretamente, cuando, en la mitad del siglo XVIII, Carlos VII de Nápoles tomó el trono de la corona española. Este rey, junto con la reina María Amalia de Sajonia extienden esta práctica navideña entre la nobleza española, la cual, al igual que en Europa, fue imitada por la clase popular, cruzando, la tradición, el Atlántico y asentándose en América.
Belén Solidario de la Fundación cajacírculo. Año 2020
¿Cuándo se monta y cuándo se quita el belén?
Normalmente el belén se monta antes de comenzar la Navidad, durante el Adviento. Podríamos establecer como fecha tradicional para montar el belén el 8 de diciembre, festividad de la Inmaculada Concepción.
Según la zona geográfica y la tradición familiar, se pueden omitir inicialmente figuras o escenas que irán apareciendo según las fechas del Ciclo Navideño: el niño en el pesebre, la propia escena de la Natividad, los reyes Magos o la estrella de Belén. También suele incluirse las figuras de la Virgen y San José relativas al viaje hacia Belén las cuales, al igual que las de los Reyes Magos suelen moverse por el decorado montado hasta llegar al pesebre.
Belén Solidario de la Fundación cajacírculo. Año 2020
¿Cuándo tenemos que quitar el belén?
Está claro que ha de hacerse cuando cada uno así lo considere debido al espacio que ocupa dentro de la casa, pero al margen de esto, existen dos opciones basadas en aspectos religiosos.
Por un lado está la opción planteada por los belenistas más puristas, los cuales indican que el Nacimiento ha de mantenerse montado hasta el 2 de febrero, fecha de la presentación de Jesús en el Templo, que coincide con la fiesta católica de la Candelaria o "Las Candelas", fiesta de la Purificación de la Virgen, (en Burgos, es la fiesta del Barrio de Gamonal).
Por otro lado está el calendario cristiano, el cual marca los "tiempos litúrgicos". Según esto, la Navidad comienza el 24 de Diciembre con la Nochebuena y finaliza el domingo siguiente a la Epifanía, día en que se celebra el bautismo de Jesús y su comienzo de la vida pública.
En dicho domingo, para la Iglesia Católica, comienza el tiempo ordinario y es cuando el Vaticano suele desmontar el belén y apaga el árbol de la Plaza De San Pedro.
Feliz Navidad